Cheyenne es una antigua estrella de rock. Vive en Dublín de los derechos de autor y, a pesar de su edad, conserva una imagen gótica. Tras la muerte de su padre, con quien no mantenía relación alguna, se traslada a Nueva York y descubre que su progenitor vivía con una obsesión: vengarse de una humillación. Cheyenne decide cumplir ese deseo de venganza, pero, para ello tendrá que emprender un viaje a través de América.