Jorgos, un inmigrante griego, se une a un grupo de jóvenes que por lo general pierden el tiempo. Este extranjero despierta la hostilidad y los celos entre ellos, y es insultado como «un Comunista» y «el perro griego». Después de haber sido atacado, Jorgos le confiesa a María su deseo de volver a casa.