A Slevin la vida no le va nada bien: después de que su casa sea declarada en ruinas, encuentra a su novia con otro en la cama. Desesperado, decide irse de Los Ángeles una temporada y alojarse en el apartamento que un amigo tiene en Nueva York. Pero la auténtica pesadilla de Slevin empezará cuando se vea involucrado en el sórdido mundo de la mafia neoyorquina. Los dos gánsteres más respetados y temidos de la ciudad, El Rabino y El Jefe, antes socios y ahora enemigos acérrimos, viven atrincherados en sus fortalezas y llevan 20 años sin salir de ellas. Para vengar el asesinato de su hijo, El Jefe planea matar al hijo del Rabino, pero sin dejar huellas, pues, en caso contrario, estallaría una sangrienta guerra entre los dos clanes. El plan consiste en buscar un jugador que le deba mucho dinero al Jefe y encargarle el asunto.