Malena tiene diez años cuando recibe de manos de su abuelo el ultimo tesoro que conserva de la familia; una esmeralda, con la única condición de no hablarle de ella a nadie. Si cumple la promesa, la joya, podrá, algún día, salvarle la vida. hasta este instante Malena ha rezado para convertirse en un niño, al presentir que jamás conseguiría parecerse a su hermana melliza, Reina, una niña modelo que parece destinada a ser la mujer perfecta. A través de su abuelo y su tía Magda, Malena comienza a sospechar que no es la primera Fernández de Alcántara incapaz de encontrar su lugar en el mundo que la rodea. Siente sobre ella la sombra de una antigua maldición que afecta algunos miembros de la familia. Con el paso de los años ira separándose de la influencia de su hermana y aprenderá a mirarse, como en un espejo, en el secreto pasado de sus antepasados. En sus relaciones con los hombres y su familia, y con su hermana Reina siempre presente, Malena descubrirá que no hay otra maldición que la vida, ni otra culpa que atreverse a vivirla.